miércoles, 22 de junio de 2011

La Crisis del Lenguaje

La crisis del lenguaje

Entrevista con el profesor doctor Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua e Investigador Principal del CONICET.

Gabriela Lasanta: Hemos dado en llamar “indigencia expresiva” a la preocupación de muchos adultos, docentes, comunicadores frente a la crisis del lenguaje: escuchar en la calle la forma en que muchas veces las personas se expresan para darnos cuenta que estamos frente a una crisis del lenguaje.

La lengua es un factor fundamental en tres ámbitos, como la comunicación, la educación y la negociación, y que los gobiernos deberían tomar conciencia de la importancia de la lengua y de su manejo en los medios masivos de comunicación, así como también mejorar las políticas de enseñanza

El español es una lengua cuya relevancia va en aumento, sobre todo en el mundo. En segundo lugar, todos los hablantes tenemos que preocuparnos de que manteniendo las diferencias regionales y dialectales, la lengua sea cada vez mas unitaria, mas rica, mas matizada y disminuya ese empobrecimiento que se está dando en los medios. La vulgaridad que se emplea sobre todo en los medios también debe desaparecer porque va en detrimento de lo que son las relaciones y la comunicación humana. Yo veo este empobrecimiento como algo muy grave ya que afecta la libertad de expresión. Un muchacho que está cautivo de sus dificultades para expresarse en la lengua, no puede ejercer plenamente el derecho a la libre expresión.

En el otro extremo de la consideración de la crisis del lenguaje, Raiter dice: “en primer lugar, el lenguaje en la forma concreta del dialecto es un componente de los eventos comunicativos. Los negocios, los intercambios, son eventos comunicativos y no conocemos ningún acontecimiento en que las diferencias o deficiencias del lenguaje hayan sido una barrera: no lo fueron para los egipcios, para los babilonios, para los romanos, tampoco para Colón. Ni hablar de los supermercados chinos en el momento de hoy.

Barcia se refiere a las vulgaridades en los medios orales. El problema es que no sabemos qué son las vulgaridades. Conocemos los sustantivos comunes, los abstractos, los adjetivos…pero no sé de ningún sustantivo clasificado como “vulgar”.

Conocemos sí una definición de “vulgaridad: lo opuesto a lo oculto” pero esta es una distinción clasista: la sirvienta, los ladrones, los piqueteros son vulgares, y así lo muestran cuando se representa su producción lingüista en los diarios, las novelas y los medios. En cambio los médicos, los estancieros, los políticos, son cultos y refinados, y así se los representa en los mismos casos. Entonces.,..¿qué hay que hacer con ellos? ¿convertirlos en propietarios o eliminarlos, o si no los eliminamos, no obstante que no hablen? En una visión de este tipo , el español de la argentina, el castellano, el catalán,. El portugués y tantos otros, deberían ser considerados por ser empobrecedores del latín. Las lenguas no son estáticas, no se conservan en diccionarios, están en los usuarios. Si las personas somos diferentes, con el lenguaje pasa lo mismo. Por ejemplo, si en una comunicación decimos “¿de quién es esa naricita?”, acaso deberíamos decir, poara que no se tratara de un empobrecimiento del lenguaje, “caballero, debo decirle que le quiero, ¿podría usted informarme, si lo conociese, quién es el propietario de esa nariz? Acaso ¿podría aceptar, dado el cariño que nos profesamos, que la propiedad de la misma es conjunta?”



GL: Pedro, ¿qué es lo que más le preocupa del habla de los argentinos?



PB: La vulgaridad y la pobreza. La vulgaridad se descalifica por sí misma. Cuando se escucha hablar a una persona de manera soez, torpe, limitada, con poco vuelo, con groserías, se descalifica sola. El problema es que los que lo están instalando gradualmente en el uso, por defectos de la escuela y de los medios, es el problema de la pobreza lingüística, que se agrava seriamente a través de los últimos 10 años.

En la facultad de comunicación de Bs.As. tenemos una estadística hecha: hace 10 años un alumno que ingresaba tenía un dominio de unos 1300 vocablos en su lengua oral activa, y hoy está en los 500. Esta pérdida se debe a un empobrecimiento gradual por muchísimas razones: la escuela, la falta de lectura, el modelo de los medios orales sobre todo, en fin, una serie de elementos más que podemos analizar con tiempo.

Pero lo que es grave es que este chico “discapacitado verbal”, va a ser en el futuro un mal habitante de una democracia. Porque la democracia se exalta el derecho a la palabra a poder expresarse con libertad y el que es cautivo de la limitación de pobreza, no es libre. De modo que estamos generando en estos momentos, cautivos limitados disminuidos verbales que no van a poder hacer ejercicio de su capacidad de libertad de expresión, y como se sabe: lo que no sale por la boca en el diálogo, en la discusión y aún en la protesta, sale por la mano: en el sopapo, en la pedrada, en el destrozo



GL: Ud. quiere decir que hay una relación directa entre la violencia y empobrecimiento del lenguaje?



PB: Sí, creo que en gran medida, porque desde el momento de que se pueda expresar con claridad lo que se piensa, hacerse oír, es una forma de catarsis que atenúa la violencia potencial que puede tener esa persona. Pero si esa persona está discapacitada para expresarse. Tal vez no tiene otra salida que la violencia de empujar, de golpear, de cortar una calle. Entonces todo esto está en contra de la cultura de la tolerancia y el diálogo.

Desde hace unos 40 años la Iglesia viene predicando la instalación de una cultura de la tolerancia que significa no una tolerancia pasiva, de aguantar al otro, sino una tolerancia activa de procurar entender al otro. Y la comprensión del otro se hace exclusivamente por el diálogo.

El diálogo es inexistente en la escuela, salvo en el jardín de Infantes. A medida que avanza la educación, lamentablemente, el diálogo va muriendo. Y ni lo digamos en la Universidad donde ud. frente a 300 alumnos, es imposible que dialogue. Y se han suprimido los exámenes orales que eran una pulsación importante del rendimiento de la persona, y además era un obligar al alumnos a exponerse a decir lo que piensa. Entonces estamos en una reducción de la oralidad gravísima, porque creo que en esto radica la mayor atención que hay que poner en el futuro, porque el 90% de las tareas que los seres humanos desarrollamos durante el día es oral. Hay menos de un 10% que es escrito, y el resto es de lenguaje gestual. De modo que la radio, que es un magnífico medio de comunicación oral, con el tiempo va a tener interlocutores absolutamente torpes y limitados que le van a contestar todas las veces que se les pregunte algo “…y … nada…” con lo cual se cierra el diálogo, o bien le contestan de forma absoluta: “¿cómo va todo?” “bien”. En realidad, todo va como sin matices. El mundo no puede ir perfecto, porque en el mundo hay suegras, y hay colegas, entonces uno se encuentra mal. Pero a varias emisoras amigas yo les he transmitido este problema de los interlocutores que responden de esta manera clausurante del diálogo que son peligrosas, porque ud. preve una entrevista con una persona, y le contesta tres veces que todo absolutamente bien, perfecto, no hay duda, y se acabó el diálogo. Y no hay matices. Y la vida no es así. Pero en segundo lugar está esa falsa expectación que crea, que es un “madrilenismo”: viene de Madrid, y la importamos acá a través de los medios orales de Madrid por los medios orales de Tv y radio en Argentina, que le dicen “Ud. va a reaccionar frente a esta situación que está viviendo? “ , y la respuesta es “¿…y…” Ud se queda con la esperanza de que va a venir una respuesta, y nada. Se acabó.



GL: Quiero volver sobre la relación violencia-lenguaje. Creo que cualquiera puede entender que cuando a uno le faltan palabras hay una impotencia básica que abre la puerta a la violencia, o mejor dicho, al uso del cuerpo. Así como se pasa a la violencia si el sentimiento es de bronca, se pasa al acto sexual si el sentimiento es de amor, sin que haya de por medio toda la posibilidad de expresar el afecto o la bronca de otras maneras a través de la oralidad.

Pero me gustaría quedarme un poquito en este vínculo entre la pobreza o limitación del lenguaje y la gestualidad o el paso al cuerpo, con el tema de las malas palabras. ¿cuál es su apreciación respecto de ellas? Porque en este momento, además, casi se diría que dejaron de ser mala. Ud. se habrá dado cuenta de que los chicos se llaman permanentemente y comúnmente “pelotudo, boludo”, y esto dejó de ser una mala palabra para ser un vocablo totalmente corriente.



PB: Lo de “malas palabras” es un decir “in exacto”. También es in exacto lo que los españoles llaman “palabras malsonantes”. Hay palabras soeces que suenan magníficamente, auditivamente bien. Entonces una cosa es que sean malsonantes y otra cosa es que sean impresionantes, que dejen su im-presión, que presionen sobre uno de mala manera. Ellos, por ejemplo, utilizan la palabra puteada no como la usamos nosotros. Para ellos en el uso que le damos nosotros, usan la palabra ‘insulto’, porque ‘puteada’,es un conjunto de mujeres fáciles.

Entonces en realidad, en rigo, no existen ‘malas palabras’, sino que existen ‘palabras usadas fuera de contexto’. Porque hay palabras que son las adecuadas para un contexto determinado (Por ejemplo: si insultan a mi madre, yo puedo ‘putear’ a la otra persona con todo el calibre grueso que pueda disponer para hacerlo, con absoluta liberalidad, porque la situación lo amerita: y no le voy a cecir ‘recórcholis, cáspita o vete de aquí’. Entonces, esta situación requiere la puteada. Ahora bien, cuando uno putea sistemáticamente todo el día, va en contra de la puteada, porque la puteada pierde su poder específico. Entonces ¿qué es lo que está pasando con lo que ud. decía recién de las ‘malas palabras?

La palabra “boludo” pasa a ser una palabra corriente, como decir “café”. Lo ridículo es que además las mujeres se dicen a sí mismas “boludas” cuando en realidad deberían decirse “ováricas” en defensa de su feminismo. Sin embargo repiten masculinamente este detalle. Disculpe si le molesta lo que voy a decir, pero por ejemplo un tipo dice “hay que poner los testículos sobre la mesa”, y la mujer tiene que decir “hay que poner los ovarios sobre la mesa” imitando exactamente la modalidad del varón porque en realidad se espera que la mujer sea diferente. Esta aproximación grave de la mujer a lo masculino es curiosa, porque después se quejan de que el varón es machista.

La palabra “machismo” la inventó el “feminismo”, con un gran acierto, porque reduce al varón a la condición de “macho”, es decir, de animal reproductor. Pero los varones no hemos sido inteligentes para crear la palabra “hembrismo” y reducir a la mujer simplemente a lo sexual. De modo que a “hembrismo” le correspondería “machismo” y a “feminismo”, “masculinismo”. Desde el punto de vista verbal, esta palabra la ganó la mujer en cuanto avanzó con una forma limitativa del hombre, que en muchos aspectos tiene razón, en el uso de la lengua.

Después hay toda una línea de feminismo lingüístico que se queja habitualmente porque la lengua es hembrista. Hay una tradición detrás de la lengua que no se puede cambiar de un día para otro. Va a ser cuestión de un proceso lento.

Volviendo a las ‘malas palabras’, todo depende del contexto. En los últimos 3 años han salido en Argentina dos “Diccionarios de insultos”. Tengo registados entre los españoles unos 5 de esos diccionarios. En el 2006 salió el primero en Argentina.



GL: ¿Son creativos? ¿Puede uno apelar a esos diccionarios para aumentar el léxico insultito?



PB: Los dos diccionarios son buenos en el sentido de que registan la realidad. Pero el primero de ellos que es editado por Barcelona, tiene ejemplos tan brutalmente chocantes que van contra todo decoro. Pero la ejemplificación es interesada, para golpear fuertemente el oído.

Pero vamos a lo anterior: en la medida en que el chico no avance en un conocimiento de los matices del idioma, lo va sintetizando. Así como Susana Gimenes no tiene matices de adjetivos como para decir extraordinario, bonito, hermoso, etc porque no los conoce , y unas medias palabras de una invitada son fantásticas, y un cuento de Borges es fantástico, el chico también va quedándose con expresiones muy elementales para su comunicación.

En mi cátedra en la facultad de comunicación,hemos hecho un relevamiento de contenidos culturales, y hemos encontrado 300 expresiones sobre 100 chicos y chicas que no están registradas en el diccionario del habla de los argentinos.

Entonces nos encontramos con que si dividimos por ‘esferas de atención’, ese léxico novedoso, que además es muy efímero en la juventud (dura mas o menos 4 o 5 años), está centrado en tres aspectos fundamentales: el primero de todos no es el sexo, es la bebida. Es curioso lo que hay en formas de emborracharse, de tomar, de boliche, etc. Se han creado muchas palabras nuevas en relación al hábitro de beber que maneja esta generación. El segundo ámbito es el del sexo, cuando en general ha sido el sexo por sobre todos los ámbitos el que tiene mayor caudal de expresiones, porque dado que el sexo es un poco un tabú, la gente ha buscado formas eufemísticas de nombrar las mismas cosas de distinta manera para no ser chocante o no ser muy evidente. Lo tercero es la drogadicción. El cuarto el compañerismo. Fijémonos qué curioso, en chicos que tienen un nivel económico medio-alto, tienen el predominio de estos tres ámbitos en un léxico de 300 palabras.

GL: Por qué los adolescentes o jóvenes crean las nuevas palabras siendo el idioma castellano tan rico en terminología?

PB: Por dos razones: la primera, por ignorancia de la lengua, que en gran parte depende de la escuela que ha ido decayendo gradualmente en la enseñanza de la lengua: ha constituido la lengua en una materia de enseñanza en vez de ser el ligamento de todas las materias. Uno aprende química, física, matemática, con lengua. Entonces, la lengua vale de por sí, pero también vale como elemento conjuntivo de toda la cultura. Al convertir esto en ‘3 horas de lengua’ están pifiando seriamente porque la lengua es el instrumento de enseñanza de todas las materias. Y que una materia no le corrija la pobreza del vocabulario o la sintaxis porque no es lo específico, es una aberración. Lo que pasa es que hasta dónde un docente puede corregir eso si no maneja el sistema. Evidentemente la limitación del vocabulario es una razón.

Pero la otra es que el chico, toda generación juvenil, querer distinguirse de los dinosaurios, de la generación anterior. Entonces tiene que combatir a los académicos, a los profesores, a toda esta lacra de gente que somos. El chico tiene que diferenciarse y marcar un terreno propio, y eso está bien porque es una búsqueda de identidad, diferenciada de los adultos, y esto tiene primero el gusto del señalamiento de identidad personal, grupal –pertenecemos a una tribu lingüística que después se proyectará en los Chat y en los correos electrónicos y en los mensajes de texto-, pero además esta diferencia con los padres.

Cuando yo hago una encuesta pregunto: “Señale usted diez palabras, o expresiones, que no usen ni sus padres, ni sus profesores, ni ninguno de esos ‘dinosaurios’, y explíquelas al lado”. Entonces el chico, primero toma conciencia, en el ejercicio que les propongo, de las expresiones o palabras que lo están diferenciando de la generación anterior. Esto es sano, pero tiene una vida limitada. Por ejemplo ¿¿quién dice ahora ‘tirame las agujas’ que hace 6 años se decía para preguntar la hora? ¿quién dice hoy ‘tirar pálidas’ que se decía hace dos años? Creo entonces que cada generación crea mas o menos 50 o 60 palabras –porque las 300 que yo le decía anteriormente son variantes de anteriores-, que luego desaparecen diría en casi un 99%.



GL: Las lenguas cambian. Van incorporando nuevos vocabularios y creo que esto es justamente lo que hace la vida de las lenguas: que no son estáticas, están en el habla de los usuarios. Todos estos nuevos códigos, estas nuevas expresiones que para nosotros a veces son chocantes, otras veces extrañas, crean tribus lingüísticas en las cuales nosotros no podemos entrar, ¿vienen a enriquecer la lengua o a empobrecerla, degradarla?

PB: Yo diría: según cómo venga la mano. Yo le decía que de cada generación nos queda un 1% de originalidad expresiva valiosa. Por ejemplo: la palabra “cheto” que hoy manejamos es una palabra que tiene una larga evolución. Esta palabra fue creada en el grupo de los drogadictos para designar a la mujer de una manera denigrante, porque en vez de mencionarla por el órgano sexual le dicen “concheta”. Cuando después ven que dentro del grupo hay muchachos con gestos feminoides, le dicen “conchetos”. El tercer grado es que se comienza a decir ‘concheto’ cuando usted se diferencia por sus gustos, por su vestimenta o su gesticulación, de lo común, es de cierto nivel de elite. Pero los conchetos toman esta designación y la transforman en “cheto” abreviándola. De manera que esta es una palabra que hoy está entre nosotros y fue evolucionando. Esto es una muestra de palabras que pueden quedarse a partir de lo juvenil, pero en realidad lo que queda de lo juvenil no es mucho.

Pero hay otras palabras que van a desaparecer. Hay elementos que van a enriquecer la lengua, pero en general es lo que se ve, por ejemplo en el chateo y en la jerga común de los chicos, es más bien un empobrecimiento de la lengua.



Una palabra no dice nada, y al mismo tiempo lo esconde todo

igual que el viento que esconde el agua como las flores que esconde el lodo.

Una mirada no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo

como la lluvia sobre tu cara o el viejo mapa de algún tesoro.



Una verdad no dice nada y al mismo tiempo lo esconde todo

como una hoguera que no se apaga como una piedra que nace polvo.

Si un día me faltas no seré nada y al mismo tiempo lo seré todo

porque en tus ojos están mis alas y está la orilla donde me ahogo.



PB: La palabra “boludo” hoy en día es una palabra “multiuso”: sirve para lo “vocativo”, es decir, ‘che, boludo’ se usa para descalificar, sirve para celebrar ¿ché, gané’, ¡qué boludo!’. Quizá se pueden registrar hasto 8 matices de la misma palabra. Esto indica la pobreza del lenguaje, porque si usted usa para 8 cosas distintas la misma palabra, es porque tiene pocos matices. Este es un rasgo curioso.

Pido disculpas a los oyentes que se molestan por el uso de tantas de estas expresiones, pero es simplemente para ejemplificar de manera real. Comprenderán que yo no estoy acá “saboreando” el uso de este tipo de palabras, sino que las estoy manejando científicamente. Les doy un ejemplo: cuando yo voy a presentar ante la real academia los sinónimos argentinos de “pene”, mi opción fue ¿presento de a uno? Porque dentro de la Academia misma hay actitudes a veces duras respecto a la consideración de estos términos, si van o no en un diccionario, pero están dentro de la realidad de la lengua. Si presento de a uno, va a ser motivo cada uno de una disputa de media hora. Entonces presenté una nómina de 15 sinónimos con sus acepciones, y la persona que me las recibió, una mujer encantadora, muy frontal –de 80 años pero muy juvenil- me dice: “Yo no voy a firmar esto como miembro de la academia. Esas porquerías fírmelas usted que es el responsable”. Pero es que no podemos desconocer esto. Esa fue su primera reacción, pero después conversamos. Después, segunda cosa curiosa, apartándonos un poquito de las malas palabras, aparece la palabra “gorila”. Primera acepción: “antiperonista”. ¿muy de acuerdo’, dice ella. Segunda acepción, se toma la que hizo Cafiero en la Cámara de senadores, que se difundió rápidamente por el periodismo: ‘intolerante’. Ella dice: “no, van a confundir una cosa por otra: uno puede ser antiperonista pero no intolerante”. Media hora de discusión, y luego le digo: “entonces va “gorila” y después no va ninguna acepción”. Me dice “¡qué ridículo!”. Entonces le digo –porque es simpatiquísima- “no, va una foto suya”. Festejó el chiste.



…en el Chat, la celeridad de la respuesta lleva a un empobrecimiento gradual. En la medida que practique el Chat, va acentuando y robusteciendom esta limitación. Si los chicos tuvieran riqueza de lenguaje, podrían contestar el Chat con toda liviandad, suprimiendo todo lo que quiera, porque después vuelve su dominio. Pero eso no se da.



Las abreviaturas no van a perdurar ¿por qué?. Antes habíamos hablado de “tribus lingüísticas”. Hablemos ahora de “tribus electrónicas”: el grupo maneja un determinado tipo de abreviaturas en los mensajes de texto y se entienden entre ellos, luego no van a universalizar nunca ese tipo de abreviaturas y por lo tanto esas abreviaturas no pasarán al registro de la lengua.

Muchas veces el uso de abreviaturas de este tipo limita cada vez más la capacidad en el uso de la lengua. La empresa “Personal” proponía ‘inventá tu propio lenguaje’. El que inventa solo su propio lenguaje, se queda solo en el mundo porque no se puede comunicar con nadie. El lenguaje es compartido. Que entre los enamorados haya entendidos particulares, sí. Pero si uno quiere comunicarse con un grupo tiene que utilizar al menos un lenguaje grupal, no propio. La misma empresa proponía ‘Escribí con 200 palabras’. ¿qué le está proponiendo? Si usabas 500 palabras, empobrecete y usá 200, y si podés, además de empobrecerte llegá a la miseria y usá 100 abreviaturas. Entonces vamos llegando cada vez más a la palabra amputada. Insisto: esto no corre riesgo en la persona que maneja el idioma.



GL: Estamos hablando de “empobrecimiento” en el hecho de usar abreviaturas, síntesis, utilizar una misma palabra con un montón de significaciones en lugar de emplear una distinta para cada significado, es decir, como si una tendencia economicista estuviera invadiendo el lenguaje. ¿Siempre la lengua ha cambiado en función de la economía de expresión o no? ¿Hubo tendencias expansionistas y multiplicadoras?



PB: La economía pide tres C: CLARO, CONCISO Y CORRECTO. Eso es económico. No vamos a llegar a decir “Lo bue, si bre, dos veces bue” abreviando lo abreviado (Lo bueno si es breve, dos veces bueno). Si la expresión no es clara, ya vemos qué pasa con la interpretación por ejemplo de los decretos que tienen que ver con la economía, si no es conciso se pierde tiempo en poner palabras demás. Y la corrección exige precisión. No podemos andar en el “mas o menos”. Los argentinos que no somos precisos para escribir, como no sabemos qué adjetivo le corresponde a tal sustantivo, lo rodeamos con un potrerito de adjetivos “por si acaso” alguno da en el centro. Esto es empobrecimiento. La claridad no siempre va unida a la concisión, porque para ser claro a veces hay que agregar más palabras que las que utiliza en la conversación corriente, porque si no, se puede ser ambiguo.

Fijémonos por ejemplo, si sabemos de economía, cómo “la letra chica” de todo lo que compramos, o de el seguro que firmamos, etc es lo más caudaloso, que es absolutamente minuciosa y detallista en todo lo que dice. No economiza una sola palabra para hacer a cada uno culpable de lo que le pase. Los economistas manejan mejor que nosotros la lengua.

Además, para ser conciso, para poder abreviar, sintetizar, es necesario conocer en la materia. El que no conoce, al querer abreviar puede fragmentar, apretar las cosas sin sentido.

DEJAR QUE BROTEN LAS PALABRAS

Hoy solamente quiero hablar, dejar que broten las palabras

Echar las frases a nadar por sobre un mar de quietas aguas

que digan ellas lo que quieran o callen sin decirnos nada

tal vez que soplen lo que el viento escucha cuando anda de andadas.



Vengan a esta fiesta improvisada hoy está de día la palabra

echen a volar aquellas trampas que hacen repetir lo que nos mandan



Si quieres hablar del amor o de la rabia que te abraza

si quieres cuenta la razón, aquí podemos escucharla.

Hoy día la conversación ha puesto sus mejores galas

y se ha escapado de la jaula que la mantiene encajonada.



GL: Creo que todos debiéramos reflexionar sobre la frase “Perder la palabra es perder el pensamiento”



GL: estamos ansiosos por propuestas tendientes a revertir este proceso de empobrecimiento –sobre todo por parte de padres, educadores y comunicadores-, sobre todo en los jóvenes. Yo le pregunto concretamente ¿usted cree que hay alguna estrategia ideológica, política, mundial, que va de alguna manera apuntando a empobrecer a los individuos de su propia riqueza lingüística? Y si fuera así ¿con qué objetivo?



PB: Soy especialista en teoría de la conspiración, pero no me las creo todas. Hay dos posibilidades: 1- que seamos idiotas resueltamente, y que no atendamos a lo que tenemos que corregir en educación para que esto mejore. Eso sería realmente triste. En parte hay una actitud de falta de previsión educativa en el país. No se ha renovado lo que está ocurriendo con el lenguaje. 2. Hay también conspiración.

En cuanto a lo primero: las estadísticas del ministerio de Educación de hace 2 años le dicen que el 60% de los chicos que egresan del secundario no tienen lectura comprensiva. Uno le pregunta al ministro Filmus sobre esto, y le dice que se viene gestando desde atrás. El fue colaborador de la gestión anterior, de modo que sabe que se estaba gestando mal.Yo mismo le he dicho al ministro Filmus que él, que ha presentado una propuesta de ley cambiando lo anterior y rasgándose las vestiduras, tiene que conocer esto. Es decir, la conversión que se ha dado en Argentina respecto de la educación es que aquellos que habían sido “Martín Lucero. Reformista”, hoy son “San Agustín contrarreformista”. Se ha pasado el tiempo sin que se solucione el problema de la lengua. Entonces hay que enfocar en primer lugar una revisión de la formación de los maestros en el manejo de la lengua escrita y la lengua oral. El maestro hoy día tiene varias limitaciones: no maneja el sistema de la lengua, no maneja el comentario de texto, que es el elemento donde uno le hace llegar a la realidad al alumno, reflexionar sobre realidades similares a las de él. El comentario de texto es el elemento primordial para acercar al alumno riqueza de lenguaje, comprensión de la lengua y comprensión de la vida. Tampoco tienen mucha idea de los métodos de lectoescritura. Sin embargo pueden egresar de la universidad con todas estas limitaciones y luego ir a los Institutos de formación de docentes a dar clases de lengua, literatura y didáctica de la lengua y la literatura. Si el maestro egresa de esos institutos y no conoce esta realidad, luego no acierta en cómo tiene que enseñar al alumno a leer y escribir. El niño sale de un tercer grado sin saber leer y escribir correctamente, y sigue y egresa de un quinto años sin tener lectura comprensiva.

¿Qué pasa con egresados secundarios en esas condiciones? Van a hacer colas para obtener un empleo, lo hacen llenar un formulario y no entienden las consignas. Pierde el empleo. ¿quién es el responsable? Lo primero que dicen: Somos todos. ¡No! ¡Paremos! Yo trabajo en lo mío, me esfuerzo por mejorar, tengo propuestas. Las responsables son las autoridades del gobierno que han manejado la educación argentina. Esto de querer hacer a todos responsables de todo, es de una ideología que nos quiere hacer a todos responsables, en definitiva, para que no haya responsables. Es una justificación política.

El mismo caso anterior: en lugar de llenar un formulario, tiene que concretar una entrevista. Este joven no puede hacer la entrevista porque no sabe articular tres palabras seguidas, no sabe presentarse. Y esto tiene que ser un ejercicio que se haga en la escuela: el profesor puede dar el ejemplo: en un determinado tiempo, cada uno tiene que presentarse ocupando todo ese tiempo: “yo soy Juan, tengo 17 años, estudio tal cosa, me gusta el deporte, salgo a caminar, hago tortas fritas, soy especialista en jugar al dominó…” Seguro que los primeros en hacer el ejercicio no saben cómo llenar el tiempo, a los 3 o 4 ya le van tomando la mano. Bueno este es solo un ejemplo. Hay que enseñarles a los chicos a hablar.



En cuanto al segundo punto que habíamos planteado: si hay alguna conspiración acerca de empobrecer el lenguaje de la gente. En gran parte esto depende de lo teorético de nuestros ministros, que no tienen experiencia de aula ni conocen la realidad pedagógica del país. Esto los lleva a una simplificación ridícula de distorsiones y a no saber qué hay que hacer en la formación de los maestros. Es decir, en gran medida esto es consecuencia de la ignorancia de los ministros. Yo le pregunto al ministro Tedesco cuánto hace que no está frente a alumnos pulsando la realidad…

Respecto a lo conspirativo: hay una teoría que tiene sus puntos de aceptabilidad , que dice que inclusive desde la UNESCO hay una conspiración para un empobrecimiento gradual de los pueblos de menos desarrollo para que tengan sometimiento a los pueblos con poder. Es posible que la estupidización de la gente venga a dar beneficio a los que tienen poder político. Pensamos con palabras, matizamos con palabras. El empobrecimiento del lenguaje lleva a empobrecer el pensamiento. Si no puede pensar, es sujeto de explotación por parte de un gobierno despótico. De modo que esto estaría dentro de un sistema planificado de idiotización del pueblo para manejarlo. Por eso, mi clamor es: SI USTEDES NO ESTÁN EN LA CONSPIRACIÓN, DEJEN DE SER IDIOTAS, y pónganse a revisar la situación.

Con el tema de poco conocimiento de parte de los docentes de, con esa disminución de capacidad de comunicación electrónica, el docente no puede competir con los chicos en esto. Y se produce una brecha generacional seria. Los idiotas le dicen “la brecha generacional se va a solucionar con el tiempo, porque los chicos de la generación digital de ahora, mañana serán los maestros de pasado mañana”. Lo que ocurre que para esto tenemos que esperar diez años, y no podemos perder todo ese tiempo y las generaciones que pasan por él. Lo que urge es que la escuela asuma la enseñanza de los códigos y de todos los lenguajes mediáticos para ponerles el pie encima y enseñorearse de ellos, es decir, no echemos incienso con reverencia a las máquinas, sino entendamos que las máquinas son siervas nuestras. Entonces por ejemplo, le digo a los alumnos. Enciendan todos el celular. En 5 minutos tienen que definir en la menor cantidad de palabras posibles con palabras completas, la función de la raíz de un vegetal. Allí, todos los alumnos de “la generación del pulgar trabajando”, y a partir de allí pone en funcionamiento en el pizarrón lo que han generado los alumnos en los celulares. Allí el docente logra que se esfuercen en escribir palabras completas, que expresen una definición, es decir, está metiendo el celular debajo de la pata. Así como eso, ¿cómo enseña la carta? Tiene que enseñarla con correo electrónico. Pero claro, para eso es necesario que el maestro maneje todos esos recursos

Los padres creen que sus hijos son inteligentes porque saben manejar los aparatos. Mentira: lo que tienen es habilidad técnica y puede manejar con destreza el teclado y lo demás. Pero no confundamos “aserrín” con “pan rallado” porque sale mal la milanesa. Hablando etimológicamente, es inteligente el que lee adentro “intelectum” significa el que lee adentro de la realidad, el que comprende el sentido de las cosas



GL: Usted hace la propuesta bien concreta de aceptar el desafío que la tecnología ofrece a los docentes para incorporarlos de una vez a la escuela para considerarlos aliados en el proceso de aprendizaje de la lengua. ¿Qué otra cosa pueden hacer los padres?



PB: Yo tengo el lema de que “NI EL LLANTO NI LA PUTEADA CAMBIAN LA REALIDAD. SOLO LA MANO OPERATIVA A LA LUZ DE UN PROYECTO EFECTIVO, LA MODIFICA”. En función de esto, publicamos con Ed.Santillana un libro que se llama “NO SEAMOS INGENUOS. MANUAL PARA LA LECTURA INTELIGENTE DE LOS MEDIOS”. No seamos ingenuos creyendo que lo que nos emiten la radio, la televisión, la publicidad, el cine, es la realidad. Son representaciones de la realidad.

Este manual está destinado a padres y maestros para que sepan cuáles son los recursos que los distintos lenguajes mediáticos utilizan (hay un capítulo para cada lenguaje mediático, escrito por un especialista joven con mucha experiencia de aula), para que padres y maestros sepan que no pueden condenar abiertamente las cosas sin conocerlas y adviertan los riesgos que hay en este tipo de cosas.

Es también un campo interesante, que faltó en ese libro, el de los jueguitos electrónicos. Es este un campo que está entre la lectura y la televisión. Para el chico, la televisión es pasiva. La lectura es activa. El jueguito electrónico es una conjunción: recibe pero a su vez actúa.

Los padres y educadores deben tener argumento frente a los hijos y educandos para decirles por qué hay que tener cuidado con esto, y no decirle solamente no porque no. Eso niega todo.



GL: Hay ente interesada por conocer libros suyos. ¿Podría recomendar algunos?



PB: El último que estamos haciendo ahora es un “Diccionario de fraseología” donde se explican frases como “andá a cantarle a Gardel”, “en pampa y la vía”, etc

“La lengua y las nuevas tecnologías” es precisamente todo lo que hemos estado hablando en este programa

“La lengua del pueblo”.

Pero yo más bien les diría que me escriban a mi correo: pbarcia@austral.edu.ar, así puedo recomendar de acuerdo a los intereses que cada uno tenga.



Según Maturana,.“Los seres humanos somos seres ‘lenguajeantes’ Somos en nuestros decires y también en nuestros callares”. Creo que es indispensable el amor en nuestros actos comunicativos, en nuestros intercambios de ideas. La escucha amorosa y la afirmación amorosa que se comparten fraternalmente al conversar. Conversar, converger, es girar juntos sobre un mismo tema.

En esta expresión de Maturana se está resaltando no solo la importancia de la palabra sino la del silencio. Hemos matado el silencio hasta en lo litúrgico. Antes era excesivo, ahora es excesiva la comunicación en cantos y demás. Y el silencio es necesario. Es necesaria la reflexión, la meditación. Los chicos también lo necesitan en la escuela. Hay que serenarlos, quitarlos de los ruidos y del avasallamiento visual para que pueda sumergirse un poquito en sí mismo. El que es dueño de la palabra también es dueño del silencio. El político no suele ser dueño del silencio, y eso es nocivo contra la misma palabra. De alguna manera es cierto que el hombre es un ser hecho de palabra. Pero en esto de la escucha atenta: fijémonos: yo la escucho a usted por la oreja, que se llama “aurícula”, pero el corazón tiene dos espacios que se llaman “Ventrículo= vientrecito”, y “aurícula= orejita”, de modo que uno tiene que tener una disposición del corazón para poder escuchar con atención a otro. Y en el vértigo en que estamos nadie da tiempo al otro para que hable, nadie se escucha. La enseñanza del diálogo: “dia=a través de, “logos”=palabra”, no se está dando, porque el diálogo hay que aprender a hacerlo. Ha desaparecido el diálogo en la mesa familiar. Cuando yo era chico, el diálogo se aprendía oyendo hablar a los mayores, viendo cuándo era el momento oportuno para intervenir nosotros. Todo esto ha desaparecido. La serie de valores que están en el manejo de la palabra –porque la palabra es sede de muchísimos valores, es la sede inclusive de la esencia del hombre y por eso teológicamente el Verbo es Palabra-. Lo que tenemos nosotros en esa dimensión no lo tenemos en cuenta, y hacemos de la palabra una trivialidad.



Participan los oyentes

- Muchas veces en la escuela, los chicos se limitan a frases cortas que expresen lo básico del conocimiento que les quieren transmitir, sin ahondar y exigirles la elaboración de un texto. Yo trato de completar esa parte en casa, pero resulta que al llevar la tarea la corrección va en base a lo que hace la mayoría que son esas frases breves. Creo que esto también hace al empobrecimiento del lenguaje

GL: Agrego algo: mientras el chico es chico acepta la indicación de la mamá en casa de ir un poco más allá de lo que se les está exigiendo. Cuando son más grandes, te cuestionan por que uno les exige más que la maestra.

PB: El problema que plantea esta oyente es muy importante: es el problema de la articulación del discurso. El hablar con frases cortas muchas veces desconectadas indican que hay una especie de corto circuito. Cuando un chico puede articular frases, indica que va en un proceso de “sin-taxis”, es decir, llevando ordenada y conjuntamente las palabras hacia un final. En una sociedad acostumbrada a que los lemas son los que pegan y un locutor por televisión les repite diez veces la misma frase, eso es lo que termina por imponerse como discurso.



- Es interesante un texto de la carta de Santiago: Sant 3,1-12. Ese apóstol dice que la fe entra por el oído, es decir, está privilegiando el discurso oral, que es el que tenía Cristo. El discurso oral de la prédica y el discurso oral de la sociedad



PB: Creo que un mensaje para los chicos y jóvenes que puedan estar escuchando es que ellos tienen que entender que el poder que tiene en la vida futura del hombre la lengua es tremendo para bien o para mal (como bien lo expresa ese trozo de la carta del apóstol Santiago). Y porque la escuela no lo está haciendo, y porque los medios no ayudan, tienen que encargarse ellos mismos de hacer un proyecto de mejorar su lenguaje. Hay que leer y releer. La relectura permite encontrar lo que se dejó de lado en la primera lectura, y a medida que se avanza en el texto es bueno ir registrando palabras, buscarlas en el diccionario, ver qué sentido tienen. La única manera de crecer en el lenguaje y de esta manera poder pensar con mayor cantidad de palabras y con mayor flexibilidad, es aumentar el léxico. Y esto se logra leyendo buenos libros, y conversando con personas adecuadas, que saben llevar la conversación y que no imponen la palabra sino que estimulan a que el otro se exprese. El que en medio de una reunión se para con una palabra precisa, domina la reunión. La presentación en sociedad, la presentación en una empresa, todo depende de la palabra. A los chicos hay que estimularlos a que no se queden aplastados repitiendo siempre lo mismo. Tienen que tratar de enriquecerse por sí mismos ya que el sistema no los está ayudando. Si usted tiene caridad, amor por sí mismo, ocúpese de usted, trabaje sobre usted, que es la mejor materia que tiene.








Prof. Dr. Pedro Luis BARCIA pbarcia @austral.edu.ar, presidente de la Academia Argentina de Letras y Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua e Investigador Principal del CONICET

el valor del respeto

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Educación Inclusiva

inclusion y diversidad

Educación Inclusiva (video)

Como Nace Una Vocación

Cómo Nace Una Vocación
Regina Kuligovski, maquilladora, fue representante de Lancôme en la Argentina, hoy es maestra de maestras en su propia escuela y lanzó una línea con su nombre.
Claudia Piñeiro, es escritora, guionista de TV y colaboradora de distintos medios gráficos. Su obra literaria, teatral y periodística ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales.
Silvina Chemen, rabina, Lic en Comunicación Social.
Entrevista a Paula Sarachú y Carolina Nanzer, del Departamento de Orientación Vocacional de la UNC.

Búscalo en tu corazón(letra y música: Jorge Rojas)
Busca en tu corazón si quieres encontrar,
el camino a seguir, descubre la verdad.
Ama sin condición, no te rindas jamás,
donde vive el amor, vive la libertad.
Y no te olvides, hay que luchar para ganar.
Todo es posible, sólo tienes que empezar.
Búscalo en tu corazón,
el camino que te lleve a la libertad.
Búscalo en tu corazón,
el camino que te lleve al amor.
Abre tu corazón, tan grande como el mar,
deja crecer allí, las ganas de volar.

Regina-: Esto de ir encontrando y hacer lo que me gusta es muy amplio. Me pueden gustar muchas cosas y yo puedo ir buscando la forma de hacerlas interactuar. Hay gente que se compromete con ella misma en ir buscando hacer actividades que le hagan bien, que le gusten, sin importar al principio que le reditúen.

GL: ¿Es ese un factor importante en el desarrollo de una vocación: que el gusto sea mayor que otros inconvenientes como por ejemplo el factor económico?

Carolina: Lo más fuerte que uno puede tener es el interés por algo. Lo económico influye, pero en realidad es algo que se va construyendo. Una salida laboral no es que de repente uno la tenga sino que uno puede ir generando la posibilidad laboral. Cuando nosotros trabajamos con chicos partimos del conocerse a sí mismos en función de qué es lo que les gusta hacer, de qué pueden disfrutar

Silvina Chemen: Creo que Regina hace hincapié en esto de ver el trabajo desde el amor y desde el gusto, la vocación y la profesión como algo que a uno le interese y le de placer, la construcción de una parte muy importante del sujeto en términos de estar haciendo algo que a uno le da placer. A mi me parece también importante el poder pensar la situación de elección vinculada a la historia personal de cada uno, los lugares que ha transitado, la escuela, la familia, que nos ayudan a ir encontrando eso que nos gusta. Necesariamente es preciso conocer para saber qué es lo que nos gusta.

GL: Cuántos de nosotros tal vez erramos en nuestras acciones de elección porque no tenemos en cuenta mejor esos ámbitos afectivos, emocionales, placenteros, en donde era claro, donde ya estaban cantándose nuestros gustos

SCH: El ámbito familiar va marcando ciertos intereses, ciertos gustos que tal vez se van estimulando o fomentando. Pero no necesariamente se va a ligar a una experiencia de este tipo. A veces incluso por diferenciarse del ámbito familiar es que el recorrido de una persona va tomando otros rumbos muy distintos.

GL: Ahora vamos a tener el testimonio de una ruptura, un tomar otro rumbo. Claudia Piñeiro, conocida escritora que antes era contadora. Porque cambiar es posible.


GL: ¿cómo pasó esto de ser contadora a ser escritora?

CP: Cuando yo terminé mi bachiller, creía que lo que quería estudiar era sociología. Una psicóloga que me hizo un testo vocacional, me había dicho que sí, podía averiguar por esa carrera. Pero también me dijo que por esos tiempos –era el tiempo de la Dictadura Militar- siguiendo esa carrera podía tener serios riesgos. Creo que la intervención de esta psicóloga más que una intervención vocacional fue una intervención de supervivencia, de protegerme. Mis padres habían comenzado la carrera de contadores y ninguno de los dos la terminó. A mí la matemática también me gustaba mucho y entonces se me ocurrió que esa podría ser contadora, que al terminarla me permitiría trabajar. Pero además a mi me encanta estudiar, así que creo que cualquier carrera que hubiera comenzado la habría terminado con entusiasmo. Al terminar la carrera comencé a trabajar en un negocio muy grande, y trabajar me sirvió de mucho aunque no tenga nada que ver con ser escritora. Me enseñó a trabajar, a tener un método de trabajo. Cuando después comencé a trabajar como guionista de TV me daba cuenta de que otra gente que tal vez venía de carreras como letras, periodismo, les faltaba a veces un método de trabajo.
También creo que a los 18 años, cuando uno tiene que optar, no está totalmente seguro de lo que quiere. Entonces es interesante poder tener después la opción del cambio. En mi generación no nos planteábamos el cambio tan pronto. Primero terminábamos la carrera, después pensábamos qué otra cosa podíamos hacer, tal vez por el “deber ser”. Ahora los chicos cambian más rápido, van buscando de esa manera hasta encontrar lo que les gusta.

GL: Vuelvo a la pregunta ¿cómo pasó esto de ser contadora a ser escritora?

CP: A mi siempre me gustó escribir, así que paralelamente al estudio iba a talleres literarios y cosas por el estilo, como pensando que mi profesión iba a ser una pero que el resto del tiempo iba a completarlo con otra cosa que me gustara. En ese momento no me lo planteaba como profesión. En un viaje de trabajo, aburrida y deprimida porque iba a hacer algo que realmente no me gustaba, encuentro leyendo un diario un recuadrito pequeño que decía concurso de novela editorial….. Entonces me propuse a la vuelta de ese trabajo, pedir licencia, escribir una novela y mandarla a ese concurso. Lo hice, y quedé entre las 10 finalistas. Eso fue para mí como la confirmación de que si me tomaba las cosas en serio tal vez la de escritora podría convertirse en mi profesión. A partir de allí comencé a buscar trabajos que me permitieran acercarme de alguna manera a la literatura, comencé a trabajar en periodismo gráfico, comencé a prepararme en escritura de guiones –todavía no existía la carrera, así que los mismos guionistas te enseñaban y te conectaban con ese ámbito de trabajo- Y así comencé a conseguir trabajos como guionista y comencé a alejarme de la contaduría

GL: Cuando dejaste tu carrera de contadora ¿tuviste que asumir algún riesgo de algún tipo?

CP: Al principio no me alcanzaba, luego me ofrecieron más dinero porque se produjo una vacante en una editorial donde yo ya había trabajado, y si bien el sueldo era menor que como contadora, para vivir me alcanzaba así que allí me decidí por el cambio. Nunca me arrepentí de esa decisión.

GL: En algún momento dijiste “tengo que hacer esto, porque si no, no voy a ser feliz” ¿qué le dirías a la gente que está buscando su lugarcito en el mundo?

CP: Yo creo que hay señales que son muy fuertes y que uno las deja pasar. Por ejemplo, si sin motivos externos cada vez que tenés que ir a tu trabajo te sentís angustiada, etc etc y no es porque te traten mal ni nada por el estilo, será porque no estás en lo tuyo. Uno lo sigue haciendo porque hay que trabajar y mantenerse y vivir. No es fácil para todo el mundo trabajar de lo que le gusta. Pero cuando las cosas son demasiado evidentes, creo que poco a poco uno tiene que ir armando la cosa como para arrimarse al lugar de lo que quiere, de lo que le gusta. Por supuesto que es más fácil ir preparando el terreno cuando un tiene claro hacia dónde quiere ir

GL. Gracias Claudia. Hasta cualquier momento

Creo que la vocación es como un río con diversos afluentes, como un proyecto de vida donde van confluyendo distintas cosas

-: Eso nos habla de la importancia del contexto social en la elección

GL: el testimonio de Claudia nos muestra que en su momento no pudo hacer lo que quería, sin embargo esto no acabó en frustración vocacional sino en una nueva búsqueda de alternativas

-: ella nos hablaba de que le encantaba estudiar, y que además le sirvió estudiar porque le enseñó a trabajar. Y es que las distintas experiencias no quedan aisladas, sino que van interactuando, van generando y enriqueciendo la mirada, todo va sumando a que uno vaya teniendo una comprensión más amplia de las personas, de la vida, de lo que cree. Es como permitirse seguir creciendo en todos los aspectos. Creo que esta experiencia es muy interesante porque va mostrando cómo ella se va enriqueciendo de todas estas distintas actividades

- En esto me parece también interesante no ver a la carrera como un objeto más de consumo sino como esto de poder entenderse como un sujeto integral donde las experiencias de vida y las elecciones van fortaleciendo, porque uno se encuentra con obstáculos, pero también con fortalezas y es muy importante poder capitalizar eso

GL: Tanto en el testimonio de Claudia como en el de Regina hay un hecho que, desde la perspectiva de los oyentes, puede resultar lejano a su propia experiencia. Las dos tuvieron una oportunidad. A las dos se les abrió una puerta para pasar al mundo soñado.

- Yo creo que aquí hay dos cuestiones: por un lado este testimonio de gente exitosa se aleja de la realidad cotidiana. Pero creo que en estos dos testimonios, son ellas las que se abren una puerta porque siempre siguieron conectadas de alguna manera a su sueño, siempre siguió su interés y su búsqueda y por eso pudieron ver las oportunidades. Creo que tiene que ver con darse un momento para ver cuáles son las elecciones que uno va haciendo en la vida, y animarse a investigar, a darle espacio a los gustos, a los intereses, a lo que uno disfruta

GL: Me llamaron la atención algunas de sus expresiones como “tengo que hacer esto porque si no no voy a ser feliz”. Me pareció una brújula en el proyecto de vida. Ella en un momento hace una crisis en su profesión . Nos contaba que estaba muy deprimida, sentía que su trabajo le pesaba. Eso nos puede estar pasando a cualquiera. Sin embargo ella no dice “me equivoqué”, sino que dice: “esto me enseñó a trabajar, pero ya cumplió su ciclo”. Es decir, lo integró.

-: Es muy interesante incluso en esto de los chicos que consultan acerca de la reelección de carreras, y a veces ellos plantean el “me equivoqué”, “perdí el tiempo”, como algo tan tajante que les impide tomar esta experiencia para seguir creciendo, seguir conociéndose, seguir conociendo sobre las distintas posibilidades. Ella lo incorpora como parte de su propia historia. En ese momento tal vez no lo podía ver con tanta claridad como lo ve ahora retrospectivamente. Un chico de 20 años que está con muchas dudas sobre lo que está haciendo, se siente angustiado, siente que ha hecho las cosas mal. La idea es que pueda salir de ese lugar.

GL: Y además el sentido común en lo que experimentó Claudia, porque si bien ella se sentía muy cómoda en su primera experiencia escribiendo para la revista, dijo “bueno, pero con esto no vivo. Aunque no me guste, tengo que volver a mi trabajo anterior”

-: Y ahí están todos los factores que van interactuando: lo económico, lo que me gusta. Y no es esto o lo otro. Es todo. En este sentido es importante rescatar lo que Claudia menciona como un proceso. No dejó de un día para otro una carrera, sino que fue preparando a través de algunas pistas, a través de investigar.

GL: todavía nos falta otro testimonio. Ojalá todos sirvan para darnos esperanzas, sobre todo a los chicos que tal vez pueden estar muy perdidos.

- También es interesante esto tan conocido como “test vocacional”, en realidad se trata de un trabajo que no es un test, sino un espacio para pensar. A veces se asocia mucho el test a esta cuestión del llamado. Pareciera como que alguien de afuera va a saber más que ellos mismos lo que ellos quieren hacer. Nosotros tratamos de proponer a los chicos espacios de reflexión y tratamiento de algunos temas que intervienen en la elección y son importantes para ser pensados. Y cuando uno a mitad de camino se da cuenta de que no está en lo suyo, reflexionar acerca de qué es lo que no le gusta de lo que está haciendo, que es lo que sí le gusta hacer a partir de cierta claridad sobre lo que le interesa, qué tipo de carreras se pueden vincular a esos intereses, y buscar ayuda si es que siente que no lo puede hacer solo. Hay espacios públicos y privados para esto. El trabajo en grupo enriquece, porque es encontrarse con otros que están en la misma situación y eso permite pensar más tranquilo, sin bloquearse pensando que solo es uno el que no encuentra el rumbo, el desorientado. Y además cada caso, cada realidad es distinta y no hay que seguir consejos de nadie, porque cada uno habla desde un lugar propio, desde experiencias propias.

GL: Aquí tenemos un mensaje de una mamá que está entristecida porque su hijo de 16 años dejó el colegio ¿qué le podemos decir?

- A mi me parece en esto de pensar las distintas situaciones de elección aún para pensar una nueva elección, que si bien no hay recetas y cada situación es particular y uno la vive de manera diferente, es animarse a ver cuáles son esos factores que intervienen en estas situaciones, qué es lo que no me gusta, lo que me hace sentir mal, lo que sí me gusta , lo que sí tengo ganas de hacer. Y los chicos a ellos mismos deben darse un espacio para repensar también las expectativas familiares y cómo se juegas esas expectativas familiares en las propias elecciones, que muchas veces van de la mano y muchas otras no. Las expectativas de los padres muchas veces no van por el mismo lado que la de los chicos.
GL: Yo le diría a esta mamá: “la vida te da sorpresas”. ¡Quién te dice que esta mamá no vea el día de mañana su hijo hecho un intelectual!



Vamos a pedir al Señor por medio de María su bendición para este día, para nuestras labores, para nuestras tareas y también para nuestras búsquedas vocacionales, especialmente pidiendo la gracia para todos aquellos que sienten oscuro el horizonte y el panorama por donde caminar




GL: Esperemos que después de este programa, más bien que cómo nace una vocación nos preguntemos cómo se hace una vocación, cómo se arma, porque también es algo así como un rompecabezas, y si no, escuchen este testimonio de Silvina Chemen, que hoy es rabina, pero fue construyendo lentamente su vocación a lo largo del tiempo con chicos, con esposo contra viento y marea

¿Cómo fue que nació y creció esta vocación tuya al rabinato?

SCH: Yo me crié dentro de una sinagoga porque era un espacio donde me sentía cuidada, donde mis habilidades que en ese momento tenía como niña y adolescente eran cantar y rezar porque eso me llenaba. Era una elección que yo hacía en ese momento para y por mí. Yo también viví mi adolescencia durante la dictadura militar, y lugares como la sinagoga eran espacios donde había resguardo y eran sanadores de la realidad que se vivía en la calle. En la calle no se podía hablar, y la sinagoga era un espacio donde la palabra estaba permitida, se podía preguntar, y el Rabino también era una figura protectora.
Mi mamá se jubiló como maestra de escuela pública así que en mi familia yo viví la docencia como un contrato social y quise ser docente también, pero dada esta vocación decidí ser docente de materias judías y me inicié en un profesorado judaico, donde tenía que estudiar cosas de la Biblia, entonces en la sinagoga comenzaron a pedirme que diera el sermón cuando el rabino no podía venir. A pesar de que yo no me daba cuenta, la gente comenzó a venir con gusto a ese lugar y confiaba mucho en que los guíe. Yo lo hacía porque me nutría a mí. Si además a la gente le servía, genial.
Mientras tanto yo terminé el profesorado, hice en la Universidad la licenciatura en comunicación social. En el medio tuve un hijo, después el otro. Cuando desteté al segundo, planteé mi deseo de hacer el rabinato, y todos me apoyaron. El momento más difícil para mí fue que para terminar con el rabinato yo tenía que hacerlo en Israel. Duraba 6 meses pero no me dejaban viajar si no era por un año, y tenía que dejar a toda mi familia acá. Quienes me evaluaban como rabina, por principio básico, deberían haberme evaluado mal si yo hubiera optado por sacrificar a mi familia. Yo no iba a sacrificar la mía para servir a otra.

GL: Ahora, desde la felicidad que se te nota de desarrollar esta misión como rabina, cuando mirás para atrás ¿qué les dirías a las personas que no encuentran hoy su lugar en el mundo, y cual sería el proceso interior para encontrarlo? ¿por dónde buscar su proyecto, su sueño?

SCH: Yo no tengo la respuesta. En principio les diría que se tengan paciencia y se den el tiempo que necesitan para encontrarlo. En mi caso, por ejemplo, yo terminé el secundario y cuando manifesté a una profesora que estimaba y estimo mucho sobre mi inquietud de un profesorado en hebreo me dijo “Silvina, sos un desperdicio, ¡cómo vas a hacer eso!”, entonces yo, como sabía un poco de música, me fui a anotar en la universidad para hacer musicoterapia. No era mi vocación, pero alguien me había marcado que yo tenía que saber elegir en ese momento lo que la sociedad se supone que valoraba. Rendí el ingreso, y cuando me dispuse a ir el primer día me dije “yo no puedo hacer esto, si no soy yo” . A veces las presiones del afuera te llevan a hacer elecciones como si fueran tu vocación. Pero ¿dónde aprende uno a leerse a sí mismo? ¿cuándo se da permiso para no saber que quiere uno ser por un tiempo hasta que lo encuentra? Los chicos salen del secundario, no saben siquiera quiénes son, y tienen que elegir una carrera para toda la vida. Eso me asusta.

GL: ¿vos creés en la vocación como un llamado hablando como una especie de fenómeno extraordinario que resuena dentro nuestro, una voz clara que nos dice “vas a ser tal cosa”

SCH: A alguna pudo haberle pasado. A mi no. Creo que uno puede entender el llamado retrospectivamente, cuando uno vivió, anduvo el camino, trabajó, se equivocó, se volvió a levantar. Allí uno puede entender por qué le pasó lo que le tenía que pasar. Uno puede puntuar la vida en función de un horizonte pero cuando ya caminó el camino. Yo no siento que te puedan decir cual va a ser tu horizonte cuando todavía no saliste a la calle. Yo ahora entiendo que todo lo que me pasó en la vida era quizá porque ahora tenía que estar acá, en este momento, pero la verdad es que no lo hice para estar acá en este momento.

Comentarios de las invitadas al testimonio de esta rabina:

- Creo muy interesante en esto de “yo no tengo la respuesta”. Es “siendo” que uno va “siendo”, va encontrándose. También rescato lo cierto de las presiones que uno siente por el “deber ser” y “deber hacer” que inevitablemente interactúan. Pero este permiso que uno debe poder darse es el espacio donde se tiene que esclarecer cuáles son las presiones que estamos recibiendo para decidir sobre tal o cual cuestión, y que en realidad no tienen que pesar en la decisión.
- En ese sentido me parece también importante no pensarlo solo desde lo individual, sino desde todos los que estamos involucrados en situaciones de elección, en términos de que nos ayuden a reflexionar cómo acompañamos esa situación y esa elección. Ese espacio de poder leerse uno mismo es un espacio que debe estar otorgado por los otros

Preguntan los oyentes:
- ¿Cómo ayudar a mi hijo en la elección de una carrera? Le gustan 4 y no sabe por cual decidirse
GL: En la ciudad universitaria, en el departamento de orientación vocacional, se hacen grupos con procesos que duran aproximadamente un mes y medio. Es importante que se sepa que se trabaja todo el año, porque no es que uno a fin de año se ponga a pensar. Por eso pueden acudir allí cuando sientan ganas de hacerlo, no como una obligación.

- ¿nunca es tarde para transitar otro camino? Mi vocación se redefinió alcanzada la adultez
- Por supuesto que nunca es tarde. Uno tiene que estar abierto a aprender durante toda la vida. Siempre uno está redefiniendo caminos. Ella misma es la que tiene que autorizarse para redefinir caminos. Pero también es cierto que hay ciclos: no se puede redefinir a ser mamá a los 60 años. Cada uno tiene que evaluar en su propio contexto desde su propia historia qué es lo que quiere, qué es lo que puede

- Respecto al comentario de la señora que habló hace un momento, es difícil para nosotros como hijos confrontar a veces la vocación porque también tenemos las expectativas de nuestros padres respecto de nosotros y muchas veces por cumplir esas expectativas que a veces se nos transmiten implícitamente se nos hace difícil seguir lo que va dictando el corazón. También tenemos que tener en cuenta qué esperamos como hijos de nuestros papás y charlarlo, negociarlo, y solicitar el acompañamiento de la familia para poder discernir por dónde quiere el Señor que construyamos el reino

- Un sacerdote: Me parece interesante no confundir profesión con vocación. Una cosa es la profesión como medio de vida. Si uno elige algo que le guste, a través de lo cual se sienta realizado está todo bien. Pero la vocación pasa por otro lado. Pasa por saber qué quiere uno hacer de su vida. Yo tengo mi profesión como ingeniero. Sin embargo después sentí el llamado del señor por otro lado, y aquí estoy, sirviendo a Dios como sacerdote. Me pareció interesante eso que manifestó la Rabina de que uno nunca sabe por dónde tiene que caminar, lo va verificando. Como sacerdote comencé a gustar de la filosofía, la teología, y en última instancia lo que termina de definir la profesión como camino de vida unido a la vocación son los intereses que uno tiene. Yo veo en los chicos de hoy que están desorientados, a través del acompañamiento espiritual, es que confunden el sentido del trabajo y el gusto por las cosas. A veces uno pregunta a un chico que decide cambiar de carrera por qué toma esa decisión y te responde: -porque no es lo mío, -¿y por qué te diste cuenta de que no es lo tuyo? – Porque me da mucho trabajo. - Pero ¡todo cuesta trabajo!,¡hasta lo que te gusta cuesta trabajo! La idea de que porque te guste algo no te va a costar, es falsa. Los chicos creen que porque algo les guste o les atraiga, les va a entrar automáticamente. Construir la vocación cuesta trabajo. Un camino elegido exige renuncia a muchas opciones, incluso a veces un camino de sacrificio para las personas que lo rodean, como en el testimonio de la rabina

- Una vez una chica me decía :A mi me parece que la vocación es algo tan grande que no lo encuentro. Creo que este concepto impide la búsqueda, que es lo importante. Estar continuamente buscándose, haciendo. No creo que le vocación sea algo que está armado y la tengo que encontrar en un árbol, creo que es algo que hay que ir armando

GL: de alguna manera la vocación es sí un tesoro escondido que tengo que encontrar, pero está dentro de uno y hay que ir de a poco buscándolo y haciéndolo. Hay que tener paciencia para ir esperando esa especie de complicidades que la vida va trayendo en diálogos, en oportunidades
Una vez leí algo que me pareció bellísimo




“CUANDO DESEAS ALGO INTENSAMENTE, TODO EL UNIVERSO CONSPIRA PARA QUE LO LOGRES”.




“ Hay quienes luchan un día y está bien. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles.” Bertold Brech
Puedes cambiar el mundo tan solo en un instante
Puedes cambiar de rumbo si quieres que eso pase.
Puedes mirar adentro tu sentimiento, el universo traerá tus sueños.
Cambiar el mundo empieza por ti.
Verás que los colores son mucho más brillantes,
verás con otros ojos que hay magia en todas partes.
Arriba y adelante se ven los horizontes
si el sol también renace, renacerán los hombres.
Cambiar el mundo empieza por ti, empieza por ti.
Si se renueva la esperanza, si te convences que se puede cambiar
si quiero un cielo nuevo empiezo yo primero
y elevo una alabanza para la humanidad.
Cambiar el mundo empiezo por mí, empieza por ti.
Puedes cambiar hoy mismo el curso de tu viaje,
verás que no es lo mismo si tienes el coraje.
Arriba y adelante se ven los horizontes
si el sol también renace, renacerán los hombres.
Cambiar el mundo empieza por ti, empieza por ti.
Si se renueva la esperanza, si te convences que se puede cambiar
si quiero un cielo nuevo empiezo yo primero
y elevo una alabanza para la humanidad.
Cambiar el mundo empiezo por mí, empieza por ti.
Alejandro Lerner
Programa Entre Nosotros - Radio Maria - FM88.5

Que necesito que me enseñen para ser un docente de calidad

¿Qué necesito que me enseñen para ser un docente de calidad?

Hay una problemática que tiene que ver con lo educativo que va llenando nuestras vidas porque esto nos toca a todos en algún punto. Tenemos a nuestros docentes, a lo mejor, en nuestras familias, un primo, un tío, su mamá, su papá que es docente. Tenemos a niños en edad escolar, a jóvenes universitarios, podemos decir que es una problemática que nos toca a todos desde algún punto.
Esto que ha venido sucediendo en los últimos años, es como que nos ha ido despersonalizando de esto que en otros tiempos era muy respetado.
El docente era muy respetado, el maestro como tal, que tenía esa envestidura de guardapolvo blanco, era una institución en si mismo.
El maestro tenía la autoridad para decirnos como debíamos comportarnos, para darnos una palabra de aliento.
Un maestro también tenía una palabra de cariño cuando la necesitábamos y por sobre todas las cosas, nos enseñaba no solamente aquellos conceptos que tienen que ver con lo pedagógico, sino que nos enseñaba para la vida.
Los años fueron pasando, esta realidad cambió en nuestro país, pero también cambió la forma en que nosotros miramos a nuestros docentes. Ya no los miramos con respeto, ya encontramos a ese docente como un enemigo, hemos tenido casos, lamentables en le país, de violencia donde padres golpean a los maestros.
Es una problemática que debemos abordarla con mucho respeto porque maestro no se le llama a cualquiera. Maestro no es cualquiera, es una vocación muy especial que tiene que ver con el educar y el enseñar.
Y en este educar y enseñar, hay que saber como se educa y se enseña, entonces, hoy queremos ponernos en este tema de ¿ Qué necesito que me enseñen cuando yo tengo esta vocación dentro mío y quiero ser un buen docente?.
Aparentemente lo que se enseñaba en esta carrera y en la vida, porque también hay que decir que en la casa se enseñaba a respetar al maestro de una forma que hoy no podemos encontrarla, no se está viendo en nuestra sociedad el respeto a nuestros docentes.
Por eso, vamos a compartir este tema con dos profesoras, licenciadas que tienen que ver con esta búsqueda de darle a los docentes esto que están buscando tanto y no tienen de donde sacarlo.
Están con nosotros la licenciada Lucía Irene Mengo Mena y la profesora Sonia Zini.

Anabel Thanos: ¿Cómo le va chicas?

LIMM: Buen día. Primero que nada queremos agradecerte el espacio que nos brindas para ponernos en contacto con todas nuestras pares, porque vos bien lo decís, ha habido un cambio de concepción y de miradas, y a veces en esto del postmodernismo hemos perdido la mirada fundamental que es la mirada como seres humanos, osea, la cultura humanizante.
Entonces, en esto de las competencias del individualismo, de mirarme solamente yo y yo soy lo único que importa, obviamente hemos perdido un montón de situaciones que se ve reflejada en el aula.
No solamente en el aula, en el contacto con el chico, con el adolescente, con el joven y adulto, porque acá la educación no es sólo los niños, es la educación un tema permanente.
Hemos perdido el ¿por qué estoy haciendo esto? ¿por qué elegí ser docente? ¿ por qué yo he perdido ese gusto y ese afianzamiento hacia el lugar al que yo iba? Y eso se traduce en que lo importante es lo que yo estoy dando, esa imagen que se refleja en las acciones de los chicos, de los jóvenes, de los adultos.
Los chicos también perdieron ese gusto por ir a la escuela, los jóvenes también no le ven el sentido y eso es porque los adultos en nuestras prácticas diarias estamos desganados, estamos no encontrando el sentido de por que vamos y nos sentimos a veces muy presionados porque llega a nuestros oídos la culpa de todo, “la culpa es de la escuela, es la maestra” y no asumimos la responsabilidad como sociedad.
En este momento estamos trabajando sobre la temática de la calidad en la educación.
Uno de los trabajos, el eje es quienes son los beneficiarios de la educación, y el beneficiario de la educación es la sociedad.

AT: La sociedad toda, no queda nadie afuera.

LIMM: Es todo el contexto y en todos los momentos. Y dentro de eso está lo de echarnos la culpa entre inicial, nivel medio, la institución, la maestra.

Sonia Zini: Nos vamos pasando las culpas y esta cadena ¿en que termina?
Tenemos que encontrar un responsable aunque creo que es más interesante que nos pongamos a trabajar todos.

AT: Hablando de trabajar, las chicas están aquí porque están trabajando y de verdad porque han traído una propuesta más que interesante.
Tengo aquí un folleto sobre el proyecto congreso taller provincial para docentes de todos los niveles, pertenecen a IFUCPEI (Instituto de Formación Universal, Capacitación, Perfeccionamiento e Investigación)
Me encanta esta nombre que parece una sigla medio difícil de decirlo pero planteado como Instituto de formación universal, es para todo el mundo, esto que nos está haciendo falta a todos y en este título que está pensado para los docentes, podríamos nosotros ponernos del otro lado también, ¿qué necesito que me enseñen para ser un alumno de calidad? ¿qué necesito que me enseñen para ser mamá de un alumno de calidad?

LIMM: Una comunidad que contenga a cada uno de sus miembros con calidad de vida.
Que es otro tema que nos estamos olvidando. Como vivimos, como en este momento los individualismos, esto que vemos a diario en los medios de comunicación, se ensañan en demostrar, como desarrollando el morbo en las personas.
¿Nos hemos preguntado si nosotros no somos los culpables de permitir que no se vea lo bueno del hombre, su obra, y vemos sólo los defectos del hombre?
Pienso que el trabajo es comunitario.
En el título pusimos ¿qué necesito que ME enseñen? Porque siempre un congreso se ha planteado el eje en otro. Yo vengo, me siento, escucho y me voy. Y en realidad no se si me llegó.
Acá es al revés. Yo soy el eje, como docente y por lo tanto vamos a repensar conjuntamente las prácticas, los espacios de reflexión y vamos a producir para exigir.
Desde mi conocimiento personal y con mi entorno, vamos a exigir porque me siento débil en esto, fuerte en aquello. Entonces yo necesito que me construyan parámetros de fortaleza dando yo me siento débil.
Un tema fundamental es que los expositores son gente de educación, no teóricos de un escritorio.

AT: Gente que está con los chicos, que está con los alumnos.

LIMM: Exactamente. No es el nombre, no es traer el nombre.

AT: Ese catedrático que no se da nunca con el alumno, que puede escribir libros fabulosos sobre educación.

LIMM: Pero no tiene la vivencia y lo importante es la vivencia.
Vos podés escribir hermosos libros teóricamente, siguiendo una corriente pedagógica, hoy está de moda fulano, mañana perengano. No. Acá estamos hablando con expositores que van a motivar porque ellos vivieron tal cosa.
Si hablamos del doctor Díaz Ricci, ha sido 45 años docente nada menos que con adultos, buscando ese sentido, ese complemento para el adulto.
Nosotros hemos tenido una vivencia excelente que vamos a traer al congreso. Una mujer que a los 80 años se recibió de profesora y ejerce. Fue nuestra alumna analfabeta que empezó en el SEMPA a los 63 años y fue modelo de jóvenes.

AT: Esto pasa cuando vos te encontrás con una maestra de verdad delante de tuyo, y el docente es docente en todo momento.
Aquel que tiene la vocación, te encontrás en tu casa y te das cuenta que es docente, porque no solamente te va a tratar de enseñar lo que sabe, lo que aprendió o la materia a la cual se dedica, sino que te va a estar enseñando y va a tratar de aplicar la pedagogía en todo lo que hace.

LIMM: Es como cuando tus hijos te dicen: “mamá, no están en a escuela” .Vos comenzás a señalar cosas que estás visualizando.

AT: Nuestra educación está en terapia intensiva, pero no se ha muerto. Podemos hacer algunas maniobras de resucitación, podemos hacer un tratamiento intensivo.
Sabemos las cosas que tenemos: violencia en la escuela, miedo de recibir a los padres, tenemos miedo que los docentes arruinen la vida de nuestros hijos, tenemos una sociedad que se encuentra como anárquica de diferentes autoridades que no están ni en la familia, ni en el colegio.
Tenemos muchas cosas, podemos hacer una sopa, un caldo con ingredientes que nadie quiere tomárselo.
Entonces, en vez de estar buscando ver quien puso la cebolla, quien la zanahoria, quien metió esa papa, quien puso el vinagre y quien puso los ingredientes que no iban en la sopa, tomemos conciencia que lo hicimos entre todos.
Esto lo hemos hecho un poquito cada uno de nosotros. Queremos culpables, pero tenemos que empezar por cada uno.

SZ: Exacto, hay que tirar líneas de repensar espacios, de repensarnos cada uno de nosotros. Yo creo que hay otro tema que hay que pensarlo.
El primer tema es que tenemos que dejar como pueblo de ser adolescente. Siendo el adolescente un joven que está en el proceso de formación para ser un futuro hombre, ciudadano que buscamos que sea un proceso de educación, un hombre constructivo, que aporte para ir en ese espiral ascendente de progreso de los pueblos.
Básicamente los pueblos también tienen que dejar de ser adolescentes.
¿Por qué digo que somos adolescentes? Porque el adolescente nunca asume las responsabilidades sino trata que la responsabilidad la tenga el otro.
Eso a un joven que está en crecimiento, en formación, lógicamente se lo perdona, ¿y el pueblo?

AT: Ahí entramos en otro aspecto.

SZ: Ahí también entramos las docentes. Tenemos que pensarnos.
Primer punto ¿el papá es un enemigo? Yo docente, ¿tengo miedo?, yo docente ¿realmente asumí el trabajo de docente porque respondo a una vocación de docente, o porque no tengo otra cosa que hacer?
Acá también es un tema muy duro.

AT: En esto te encontrás con mucha gente que te dice que el magisterio se hace para una salida laboral rápida y vas pagándote la carrera que vos querías, por ejemplo psicopedagogía. Y esto te da de comer más rápidamente.
Hay un poquito de esto, es otro ingrediente de la sopa.

LIMM: En esta sopa, los primeros que nos tenemos que analizar porque somos los que realmente hoy en día estamos soportando un gran peso, a veces un peso personal y a veces un peso social, somos los docentes.
Por eso, lo primero que tenemos que hacer es valorizarnos, querernos, empezar a ver lo que hemos hecho y lo que debemos mejorar y no decir “esto no se puede solucionar porque fulano, porque la sociedad no quiere, porque el gobierno no nos paga...” El sueldo docente nunca fue bien pago.

AT: Como tantos otros.

LIMM: Si, se nota que hay sectores más privilegiados.
A veces, tomando con mucho cuidado lo que voy a decir, nos quejamos por el sueldo de los choferes de colectivos que son más altos que los nuestros. ¡En buena hora! Porque nosotras docentes no nos valorizamos y decimos que también tenemos que llegar a un sueldo digno porque tenemos familia y todo. ¿Qué está pasando ahí? ¿Será que la sociedad no nos ve como importantes?

AT: Sonia, ¿tenés algo para comentarnos?

SZ: Es con esta cuestión de pasar las cosas para otro lado. Dejemos de pasar esta pelota, dejemos de ver quien puso que en la sopa.
Yo vuelvo a insistir, a mi me gusta este término de “nos pongamos a trabajar”, ver lo que pasa.
Porque el comentario viene a raíz de lo que decían y recordé una nota en un diario que no lo puedo citar textualmente, ni recuerdo el diario, pero era una mamá que decía que como a la hija no le iba bien, que aunque sea estudiara para maestra.
Fue un comentario que a mi, personalmente, me dolió mucho, porque los docentes no somos eso, los docentes somos comprometidos y cuando empezamos esta carrera sabíamos que no íbamos a dar la vuelta al mundo en las vacaciones porque no nos iba a alcanzar.
Porque siempre fuimos mal pagos, entonces, si la elegimos asumamos el compromiso que elegimos porque lo mismo vos tomás la decisión de serlo. Adelante con lo que estás haciendo, lo que sea, hacelo bien.

AT: Si nos situamos en algunos pueblos, donde todavía esto no ha llegado, porque hay células que están intactas en educación y que sirven de referencia y el maestro es alguien a quien se respeta por sobre todo y al médico, y al policía, donde cada uno tiene su rol y en donde cada uno tiene su respeto por lo que éste ser humano me brinda.
Entonces, tenemos que decir que en el tiempo, el maestro se ha ido desvalorizando a si mismo por alguna postura que ha ido tomando, ya sea vocacional y también por algunas cuestiones que nos han sucedido en nuestro país, nuestra economía que bastante inestable hemos sido.

LIMM: En la década del 90´ en el proceso de la construcción educativa, hablamos de la época de la represión, ya habíamos sufrido la época de la represión, digamos que la década del 90´, con la Ley Federal de Educación, fue desestructurar todo lo que fue el sistema educativo.
En un mismo barrio podemos tener 5 ó 6 sectores, niveles, programas, no podemos cambiar los chicos de un lugar a otro si nos cambiamos.
Quiero decir esto, es un largo proceso el que hay que reconstruir, pero justamente que belleza tenemos que reconstruir.
Yo siempre me acuerdo de la generación de 1837, cuando Esteban Echeverría estaba preocupado porque a 27 años del movimiento revolucionario de Mayo, se planteaba la generación del 37´ que habían perdido el rumbo. Por lo tanto decían: “tenemos que volver a Mayo”
Entonces, yo digo, hay que repensar todo lo bien que hicimos, que nos llevó a ser un país de primera magnitud educativa, respetados educacionalmente en todo el mundo, porque los tenemos afuera, auque a veces duela como mamá que tiene un hijo afuera, donde afuera lo valorizan por la formación que le dimos nosotros y acá no los podemos retener.
Ese es el punto, creo que nosotros nos tenemos que fortalecer entre pares diciéndonos a cara lavada “mirá, yo fallé en esto, y no fallé en esto otro, y como no fallé en esto yo lo aporto y ver como lo podemos ir fortaleciendo....”

AT: Esta es la realidad, tenemos este sistema educativo y ahora hace falta mucha humildad para darse cuenta que muchas veces no estamos haciendo las cosas bien, pero porque no es culpa de nadie sino porque somos parte de una sociedad y tomamos características de esta sociedad.
No es tampoco de echarse toda la culpa, sino que vamos buscando nuestras soluciones.
Encontré una frase, buscando material para este tema, que me gustó y dice: “Cuando pienses que todos tus esfuerzos, desvelos y sacrificios por educar no dan ningún fruto, no desesperes, ama.”
Me encantó porque, gracias a Dios, todos podemos ubicar, aunque sea, un docente, un maestro, un profesor, un abuelo porque para ser maestro pueden ser maestros de la vida de quien podemos decir esta persona si que era un buen docente, esta persona si que es un buen docente.
Y encontrarme con docentes como ustedes que están frente a tantas vidas, tan apasionadas y si están en este proyecto es porque son unas enamoradas de la docencia y seguramente, cuando esa semillita empezó a crecer, esa semillita de la vocación, se pensaron a lo mejor no en este contexto histórico, se pensaron en otra cosa.
Lo bueno es que yo no se de donde sacan fuerzas, pero en medio de todo este lío y esta sopa que nadie quiere tomarse, ustedes se animan a querer construir esto.

LIMM: Hay muchas docentes que trabajan en un silencio absoluto y que están construyendo. Lo que nosotros somos es un poco retomar las voces de ellas, que a lo largo y ancho de nuestro país escuchamos y las voces de lo positivo y lo negativo, y lo queremos hablar un poco por ellas.
Hay una frase “Cuando tu pones a Dios en tu empresa, déjalo hacer a El, que El te va librando tu camino”. Si elegiste ser docente, sabes que estás en el mejor camino, que es como el camino de la mamá, del papá, es el mejor camino, es dar vida, luz, conocimiento, dar un ser humano que construye a favor de esta continuidad del proyecto de Dios, porque a veces olvidamos que tenemos un Creador, ponéle el nombre que quieras, es lo que ocasiona las desesperanzas, los suicidios.
Hay que acordarse de que nosotros somos parte de ese microcosmos que Dios, o el Creador, o Alá, o lo que quieras decir, puse en este mundo para construir una misión.

AT: No podemos hablar de religión en los colegios porque la moral discrimina, no podemos hacer esto o aquello, no podemos... no podemos... entonces, es lindo encontrarnos con esto que estamos compartiendo, que nos han traído esta esperanza.
Quiere decir que están en las aulas bien plantadas, están buscando creativamente por donde salir.
Y a nivel de la formación, cuando abordamos el tema de la formación para docentes, creo que sería diferente si no se dieran puntos por aprender.

LIMM: Yo creo que si.
Hemos sufrido una acción muy traumática desde hace varios años donde está la carrera individualista de ver quien tiene más, quien acumula más puntos y pasó un hecho donde se compraron los puntos.
Yo llego a un cargo por la mayor cantidad de puntos que compré, y empieza la horrible discriminación.
Y aquel docente que no tenía dinero para comprar puntos, que lo hizo con esfuerzo y fue a las clases, que lo hizo por distancia tal vez.
Y acá surge otra cosa, volvemos al principio. ¿por qué echamos las culpas a una modalidad educativa que en el mundo acercó la educación a todos, en la distancia a aquel que trabaja, aquel que vive lejos a un centro educativo?
Echamos la culpa a la distancia de una inmoralidad que cometemos cada uno de nosotros, porque cada uno de nosotros sabemos cuando compramos puntos.

SZ: Cuando hay alguien que vende es porque hay alguien que compra, esto es una ley económica, es la ley de la oferta y la demanda.

AT: Aquel que compra y llega porque compró, lógicamente no tendrá ni autoridad, ni formación y no será un buen docente.

LIMM: Y provocará violencia aúlica, no sabrá como contestar a un niño, a una mamá, a la directora. Se crean los conflictos inter y extra escolares.
Nos llevamos mal con nuestras compañeras porque nuestra compañera que llegó con el esfuerzo del saber tiene que compartir con esta otra que llegó porque tuvo resto económico y alguien que le vendiera puntos.

AT: No se me asusten, porque esto pasa en todos los niveles, quizá no lo sabías claramente, pero los docentes si lo conocen, es moneda corriente dentro de las instituciones.
Esto pasa a nivel médico, en los hospitales, pasa a nivel político, en todo, porque está muy metido dentro nuestra cultura, el poder comprar algunas cosas que no podemos alcanzar con el esfuerzo.
Está metido en lo que nos muestran los medios de comunicación, hacete cantante ya, hacete profesional ya, todo ya y un docente no es un llame ya, un docente se forma durante toda la vida.
Nos estamos encendiendo de nuevo, estamos como encendiendo la posibilidad de construir y quiero volverme un poco y preguntar a Sonia que es profesora y está formando parte de este equipo académico junto a otros profesionales.
Este taller que ustedes están proponiendo a la comunidad, ¿a quién está dirigido?

SZ: Está dirigido a todos los docentes y todos los aspirantes a la docencia por la modalidad de taller.
Por esto que al principio Lucía decía que no solo va a haber disertantes sino que va a haber trabajos de equipos.
Estos equipos van a ser uno de nivel inicial, uno nivel primario, un equipo nivel secundario, uno superior y un equipo de profesores técnicos.
Entonces, como cada uno se va a reunir con sus pares y van a tener que resolver cuadernillos que les vamos a entregar nosotros en ese momento, es una cuestión para todo el mundo, para todo aquel que tenga ganas de trabajar en eso que yo te decía, pero todo aquel que tenga ganas de caminar con la calidad educativa.

AT: Este llamado que ustedes han sentido y que le han dado formato de Congreso pero taller, que ya ahí están transgrediendo algunas cosas porque un congreso tiene que ver con alguien que se para adelante y te trae catedráticamente y que puede tener muchos títulos y ser doctor, licenciado, escribir libros.
Acá nos vamos a encontrar con gente que prácticamente viene con el guardapolvo puesto, con gente que va a trabajar.

LIMM: Exactamente.

AT: Nosotros aquí abordamos esta problemática con la alegría de saber que de verdad podemos hacer algo.
Y ellas son dos docentes de vocación, porque hay que tener vocación para meterse en este lío y querer construir algo y cambiarle el gusto a esta sopa.
Creo que lo están haciendo y sabemos que junto a ustedes, muchos maestros, profesores y docentes están haciéndolo en nuestra Patria, silenciosamente apostando por una Patria nueva.
Así que muchísimas gracias por haber construido, porque no nos paramos para echarnos culpa, nos paramos para construir.
Y eso es lo que logramos.

LIMM: Y una cosa para recalcar. Es que no se olviden que el trabajo en equipo hace a toda tarea pesada más liviana.
Trabajemos en equipo.
Todas las docentes que nos escuchan trabajen con el otro, no solo para si misma y van a ver que la tarea docente es totalmente diferente, no nos encerremos en nosotros, sabemos que tenemos muchos problemas, que somos taxi, que corremos, pero en ese momento que estamos con las compañeras, hablemos.
No importa las diferencias, los distintos pensares, desde las diferencias construyamos el espacio de la educación, demos la mano, aceptemos que el otro piense distinto y van a ver que todas juntas, en cada institución escolar, lo podemos hacer.
Se puede y mucho. Podemos hacernos valer y exigir lo que valemos económicamente porque también somos trabajadores pero también somos personas.
Gracias por darnos este espacio.

AT: Muchas gracias a ustedes por estar entre nosotros, gracias por hacernos sentir que podemos.

SZ: Gracias a ustedes.

Progeama Entre Nosotros - Radio Maria FM 88.5

Una Escuela en Tiempo Real

Una Escuela en Tiempo Real

En las últimas décadas, las escuelas muestran una clara dificultad en dar cuenta que atienden a los intereses de los niños y los jóvenes, y que resultan atractivas por sus propuestas y desafíos. Este tema recurrente ha sido analizado o denunciado por numerosos pedagogos, comunicadores, padres y sustantivamente por los estudiantes desde diferentes perspectivas, pero no se ha logrado ofrecer una respuesta que, de manera clara y precisa marque un camino para una refundación de las instituciones educativas.

No se trata de transformar la escuela en un espectáculo de entretenimiento sino de lograr que las y los niños y jóvenes encuentren en ella un lugar de desafíos cognitivos, de experiencias formativas y de construcción de la ciudadanía en el marco de una enseñanza moral. Con este propósito se han señalado en muchos tratados de pedagogía el valor de introducir innovaciones en la enseñanza.

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se incorporaron en los salones de clase, en mayor o menor medida y con diferentes grados de significación y compromiso, con el sentido de introducir prácticas innovadoras. Desde esa perspectiva, es cada vez más frecuente en las escuelas el desarrollo de proyectos que se inscriben en trabajos en comunidad utilizando las potencias de las tecnologías en la comunicación.

Nos interesa, en este espacio, analizar las razones o criterios que dan sustento a los trabajos en comunidad, reconocer por qué las comunidades se implantan y desarrollan, entendiendo el trabajo en comunidad como la construcción de un espacio en el que se comparten los propósitos, se promueven actividades y propuestas, se despliegan intereses y se trabaja en pos de la construcción del conocimiento. Por otra parte, reconocemos que la utilización de las nuevas tecnologías para favorecer la creación de estos espacios ha sido crucial en tanto posibilita mediante herramientas de diferente tenor en la construcción de nuevas propuestas.

También, en este breve espacio deseamos revisar el sentido por el que la incorporación de las nuevas tecnologías podría o debería instalarse y cuáles son sus alcances y posibilidades en el marco del trabajo escolar.

Hemos elegido para el análisis tres dimensiones diferentes. Estas dimensiones no agotan el análisis sino, simplemente, lo inscriben en los problemas contemporáneos de la educación. Remiten a la didáctica, al oficio del docente y al nuevo o viejo sentido que la educación guarda en las instituciones educativas. Las tres dimensiones nos demandan una nueva escuela y nos interrogan respecto de sus tradiciones.

1. Una perspectiva didáctica y curricular

Si entendemos que el curriculum, como lo sostiene Jerome Bruner, es una conversación animada de límites imprecisos, reconocemos que nuestras modestas explicaciones, analogías, representaciones, ejemplos, no se puede agotar en el espacio que construimos en las clases y en los recortes que se configuran para cada período escolar. Nos preguntamos cómo los salones de clases pueden constituirse en un mundo cultural enriquecido. Las referencias al cine, la literatura, la pintura o la música, los temas del debate contemporáneo social o científico provocan que las clases se expandan, se enriquezcan, se atiendan diferentes intereses y se despierten vocaciones. Pero, en todos los casos, no se trata de brindar nueva información sino de diseñar estrategias que posibiliten estas expansiones y los formatos y plataformas que hagan que lo que se añade y desarrolle encuentre un soporte atractivo para ello. Entendemos que los cuadernos de clase o las carpetas de actividades no pueden ser los únicos soportes así como tampoco lo son los trabajos individuales de los estudiantes con papel y lápiz.

Desde esta perspectiva curricular los límites imprecisos son los que abren y se expanden desde las tradiciones curriculares hacia un espacio de nuevo tipo que contiene la posibilidad de dotarlo de nuevos significados, más reales, más polémicos, atractivos y de profundo contenido humanístico. Pero para lograrlo, las estrategias requieren compartir búsquedas, acordar respecto del interés y valor de lo que se elige, y encontrar un formato para que se lo presente y comparta, construir de manera ingeniosa el camino abierto para reconocer los reservorios de información de nuevo tipo al alcance de los estudiantes. Un ejemplo de ello es el periódico digital, que es una plataforma que utilizan alumnas, alumnos, padres y docentes constituidos en comunidad para comunicar la información que se considere de valor en este trabajo curricular de nuevo tipo. También, desde una perspectiva curricular, nos preguntamos cómo atender al conocimiento siempre cambiante y en expansión fruto de los cambios veloces de la ciencia y la tecnología y la conciencia de la enorme producción científica y cultural, cuando en realidad elegimos para el currículo una perspectiva histórica, la que recoge lo que se ha creado en el mundo y no una vigente, controvertida, polémica que más que otra cosa nos enseñe a pensar y a actuar en el mundo. Es indudable que si elegimos la perspectiva histórica posibilitamos que las y los docentes puedan ser fuente importante para que se adquieran los conocimientos mientras que, en los casos que se atiendan al conocimiento cambiante y en expansión, las y los docentes son los que nos ayudan a encontrar estas nuevas informaciones pero no son ellos el reservorio de las mismas.

En el mismo marco de los análisis didácticos nos interesa también reconocer que desde los albores de la construcción del campo en la obra de Juan Amos Comenio hasta los trabajos que como fruto de investigaciones de base empírica se despliegan hoy en el campo de la didáctica, la preocupación de las y los docentes por el conocimiento estuvo centrada por encontrar certezas referidas a un camino ordenado que pueda adoptarse para enseñar, con el objeto de que otro aprenda. Esos caminos no sinuosos tenían una frontera que era el espacio del aula y los estudiantes inscriptos en ese espacio. Hoy, la preocupación sigue siendo la misma: encontrar el mejor método. Sin embargo, ha cambiado el espacio, las interacciones son diferentes y las limitaciones de cada uno se modificaron gracias a esos nuevos espacios e interacciones. De esta manera podemos reconocer que cambió el sentido del método, que se transformó en la actividad pensante de cada uno de los sujetos capaces de aprender, inventar y crear durante el caminar (Morin, Ciurana y Motta 2003: 18).

El método inefable que buscamos cada uno de nosotros en la enseñanza hoy, gracias a las nuevas tecnologías, dio cuenta de manera transparente de la obsolescencia de los recorridos trillados, convencionales, que no despiertan ni configuran atractivo para los estudiantes. Se trata de recuperar un espacio más desafiante tal como los desafíos que se encuentran en el mundo real y, por ende, se trata de recuperar para la escuela el mundo real que se abrió con el acceso a la Web, a los encuentros con los otros lejanos y a la nueva información disponible. En síntesis, entendemos que, si se pretende construir una nueva perspectiva para la escuela que adopte un curriculum con sentido en relación con los problemas reales y que acepte los intereses infantiles y juveniles, se debería adoptar una visión curricular amplia, sin las limitaciones que denotan las enseñanzas por disciplinas y mediante estrategias creativas en la que las clásicas ejercitaciones no tienen lugar. No se trata de pensar hacia el futuro sino de reconocer que el presente tiene demandas que muchas de las escuelas de hoy están lejos de poder satisfacer.

2. Los desafíos del docente

Entendemos que la educación tiene lugar en diversos sitios sociales que incluyen a las escuelas pero evidentemente no son éstas las únicas que lo ofrecen. Reconocemos el campo de la pedagogía cultural desplegada por la televisión, los videojuegos, Internet, la publicidad, las revistas y periódicos, los juguetes, entre tantos otros espacios en el que se configura la mente de los niños y los jóvenes. Pero, estos lugares y sus producciones no han sido pensados, la mayoría de las veces, como espacios educativos aun cuando son profundamente exitosos por los logros que obtiene en ese sentido. Y no se trata de simple o sofisticadamente de contrarrestarlos con otras acciones pedagógicas que los denuncian sino de ser analistas críticos, apropiarse de ellos, estudiarlos para tomarles ventaja y analizar las razones por las que se imponen en los espacios de entretenimiento de las poblaciones jóvenes. Reconocemos, entonces, un nuevo rol docente que, en tanto profesional estudioso de la cultura juvenil, sabe de qué se tratan los múltiples estímulos que les llegan los niños y adolescentes diariamente en todos los espacios y tiende un puente para dotarlos de significado, reorientar sus propósitos y apropiarse de ellos.

Burbules reconoce, por ejemplo, la necesidad de reinventar estrategias que introduzcan los mensajes de textos en las aulas. Wassermann nos habla de jugadores serios en la escuela primaria tratando de organizar un aula en la que se pueda decidir lo que se ha de buscar, indagar, resolver, crear. Si las tecnologías forman parte de los entretenimientos y las búsquedas, si el trabajar con los espacios virtuales no es más que un juego en el que las fantasías y las proyecciones existen, por qué no incorporarlas a la vida de las escuelas.

Los juegos de asunción de roles para la experimentación en situaciones de conflicto permiten a los estudiantes aceptar compromisos, adquirir conciencia del valor del encuentro con los otros, compartir responsabilidades y entender la complejidad de las situaciones en las que aceptamos riesgos como parte del diario vivir. La creación o recreación de situaciones experimentales posibilitará a los docentes monitorear las conductas de los estudiantes y proponer nuevas consideraciones, alertar frente a las conductas inapropiadas y reorientarlas. Es posible modificar el escenario, reinventar los contextos, incorporar nuevas situaciones y proponer asambleas o reuniones a posteriori de la experiencia con el objeto de someter a análisis las conductas y actividades que se desplegaron.

Es importante sostener el juego como motor de la experiencia y permitir que aflore el buen humor y la alegría con el objeto de que las experiencias estén lejos de ser traumáticas y nos permitan reírnos de nuestras dificultades o inseguridades. Se trata de desdramatizar la situación escolar con el firme propósito de aprender sin sentir los riesgos que conlleva el error sino de reconocerlos como una estrategia de aprendizaje válida para cualquier tiempo y circunstancia.

El cambio de sentido de la práctica docente que proponemos seguramente tiene implicancias para los procesos formadores y da cuenta del profundo valor de extender el ámbito escolar para incluir a favor de la escuela, y no en contra, las pedagogías de la cultura. Otra vez las demandas de inclusión de las nuevas tecnologías ocupan un lugar sustantivo en tanto la constitución de grupos diferentes posibilita los desarrollos de producciones por fuera de los productos tradicionales de los salones de clases.

3. La dimensión institucional: el lugar de la política y de la formación moral

En esas escuelas en las que hoy sostenemos que es necesario reconocer nuevas fronteras la educación para la democracia juega un lugar central. John Dewey, uno de los más destacados pensadores del siglo XX, entendía que la educación moral debía estar contemplada dentro de la problemática del entorno y de las relaciones sociales, formando parte inevitable de las experiencias que se deberían llevar a cabo en la escuela y sin disponer de un área dedicada a ella. Esto implica la conformación de un currículo emergente en el que se aprende a partir de las experiencias que se lleven a cabo. Reconocemos que la tarea no es fácil, entre otras cuestiones, porque identificamos: conductas morales incorrectas entre los que se suponen que debieran ser ejemplo de conductas morales, otras correctas pero cuestionadas por tradiciones locales o familiares, y falsos dilemas que ponen en cuestión situaciones imposibles de abordar por parte de los estudiantes. La franqueza en el debate, la asunción y el reconocimiento de principios y valores, el trabajo en la diversidad y la enseñanza de las culturas diferentes fue siempre un tema de la escuela. Los movimientos reformadores de la década de los noventa soslayaron y pedagogizaron estas preocupaciones en muchos sentidos. Quizás, frente a tanta controversia y nuevas definiciones, las paredes que hay que volver a levantar en la escuela son nostálgicas en relación con el refugio moral que proporcionaron antaño, pero se instalan en la preocupación por la formación del ciudadano de hoy.

La formación ciudadana se puede adquirir en situaciones simuladas en las que sometemos a juicio las conductas también ficcionales o un incidente inventado. Proponer debates para adoptar resoluciones y llevar a los estudiantes a analizar en profundidad el tema, asumir riesgos, reconocer virtudes y enfrentar consecuencias posibilita las adquisiciones de pautas de vida morales en la sociedad. Se trata de construir un dispositivo que colabore en la conformación de una ética del diálogo, de la responsabilidad y de la compasión. En estos diseños simulados habrá que enseñarle a cada estudiante a hacerse cargo de sus compañeros, de responder por ellos, por sus virtudes pero también por sus defectos o debilidades. La educación moral no es sólo aprender a actuar autónomamente con justicia y equidad sino también capacidad para entender las actuaciones del otro, ponerse en su lugar y asumir su causa. Por ello, los juegos en los que aprendemos a actuar como el otro, responsablemente, favorecen nuestros aprendizajes acerca de las conductas morales, de las que la ciudadanía forma parte.

En síntesis, aprender y conocer en el mundo contemporáneo nos obliga a reconocer que el conocimiento se encuentra y se potencia en espacios nuevos, que las escuelas ampliaron sus fronteras y requieren de nuevos métodos, los docentes se encuentran con un nuevo oficio enmarcado por la potencia de las tecnologías y en el que es sustantivo enseñar desde una perspectiva moral. Entendemos que todo esto es posible si cada uno de las y los docentes recreamos la escuela recuperando el pensamiento utópico que parte de la conciencia de que no hay inocencia en la enseñanza. Somos responsables de la educación de las jóvenes generaciones y en ese acto nos responsabilizamos con coraje del futuro democrático de nuestras sociedades.

Bibliografía:
Bruner J. (2002) La educación puerta de la cultura Madrid: Visor
Morin E, Ciurana E.R y Motta R (2003) Educar en la era planetaria. Barcelona: Gedisa.
Steinberg Sh.y Kincheloe J. (2000) Cultura Infantil y multinacionales Madrid: Morata.
Wassermann S. (2006) Jugadores serios en el aula primaria. Buenos Aires: Amorrortu